Cristina Fernández de  Kirchner, arribó al Palacio Legislativo pasadas las 11am, la acompañaban su hijo Máximo Kirchner y personal de seguridad. En los pocos metros que mediaban desde el auto que la condujo hasta una de las entradas al Congreso, mostró una actitud inicial amistosa, al punto que agitó una de sus manos saludando a gente en la calle. Pero eso duró muy poco.

Instantes después, ya cuando recorría el trecho hacia la entrada, de espaldas a la avenida Entre Ríos, hubo algo que la molestó de manera ostensible, seguramente gritos agraviante que las cámaras no alcanzaron a registrar, y entonces la vicepresidenta levantó bien alto su mano izquierda, e izó el dedo mayor para que quien fuere el autor de ese hipotético mensaje tuviera en claro que el «Fuck You» le iba destinado de manera puntual.

Dentro del Congreso, Fernández de Kirchner fue la responsable de hacer cumplir el juramento tanto a Milei como a su vicepresidenta, Victoria Villarruel. Sin embargo, su expresión seria y descortés dejó entrever su descontento por la pérdida de poder en la Casa Rosada y el fin del período «kirchnerista».