El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó este miércoles su preocupación por la violencia y la corrupción generadas por los cárteles de la droga en el país latinoamericano y pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que tome medidas más contundentes para combatirlos.

La amenaza de los cárteles

Salazar señaló que los cárteles mexicanos del narcotráfico representan una amenaza para la seguridad nacional de ambos países y para la estabilidad de la región. Afirmó que era “imperante” reforzar la cooperación bilateral en materia de seguridad y justicia para desmantelar las redes criminales que operan en ambos lados de la frontera1.

El diplomático estadounidense recordó que el gobierno del presidente Joe Biden ha ofrecido su apoyo a México para fortalecer sus instituciones y capacidades en la lucha contra el crimen organizado transnacional. Asimismo, destacó la importancia de respetar los derechos humanos y el estado de derecho en esta tarea.

La respuesta de México

Por su parte, el gobierno mexicano ha mostrado una postura más cautelosa y crítica frente a la injerencia estadounidense en sus asuntos internos. López Obrador ha rechazado la propuesta de algunos legisladores estadounidenses de declarar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas y ha defendido su estrategia de “abrazos, no balazos” para pacificar al país.

El mandatario mexicano también ha reclamado al gobierno estadounidense por intervenir en temas electorales y democráticos, como el caso del Instituto Nacional Electoral (INE), al que acusa de ser parcial y antidemocrático. Además, ha exigido a Estados Unidos que controle el tráfico ilegal de armas hacia México, que alimenta la violencia generada por los cárteles.

La relación bilateral

A pesar de las diferencias y tensiones entre ambos gobiernos, Salazar aseguró que existe una relación cordial y respetuosa entre él y López Obrador4. Dijo que ambos comparten una visión común sobre temas como el cambio climático, el desarrollo económico, la migración y el combate a la pandemia del covid-19.

El embajador estadounidense afirmó que su misión es construir puentes entre ambos países y trabajar conjuntamente para enfrentar los desafíos comunes. Reconoció que hay áreas donde hay divergencias o desacuerdos, pero dijo que eso no impide buscar soluciones pragmáticas y beneficiosas para ambas partes.

Salazar expresó su confianza en que se pueda avanzar en una agenda bilateral positiva y constructiva, basada en el respeto mutuo y la cooperación. Aseguró que Estados Unidos valora a México como un socio estratégico e indispensable para promover la paz, la prosperidad y el bienestar en América del Norte.