El primero de mayo, día del trabajador, el Presidente Gustavo Petro recurrió al «balconazo» en búsqueda de apoyo popular para sus reformas. Acompañado de su esposa, Petro dio un mensaje agresivo que desato criticas y preocupaciones en el país.

«El intento de restringir las reformas puede conducir a una revolución”, dijo Petro a sus seguidores desde un balcón del palacio presidencial. “Lo que se necesita en cualquier caso es que la gente se movilice”.

Petro dijo que no tenía intención de dar marcha atrás en su intento de reformar el sistema de bienestar de la nación y culpó a las élites de Colombia por retrasar su agenda.

“Creían que Petro acorralado dejaría caer la idea de la gran transformación, la idea del cambio social”, “Me parece que ese no es nuestro destino, que no estamos para eso, que nuestra función en la historia de Colombia es otra, la de lograr el éxito de las reformas”.