En el Diario Oficial (el BOE francés) se publicó la entrada en vigor de uno de los aspectos más discutidos de la Ley del Clima de 2021. La limitación de los vuelos domésticos siempre que haya una alternativa «razonable» y “asequible” en tren a dos horas y media o menos.
Es una medida tímida, que afectará al 4% de los pasajeros franceses, y muy contestada por las asociaciones ecologistas, que señalan la laxitud en la aplicación y la rebaja frente a la propuesta inicial (cuatro horas), pero su importancia reside en su condición de pionera. El ministro de Transportes, Clément Beaune, se felicitaba en un comunicado de prensa por el «gran símbolo y primicia mundial», que supone la medida: “Es un paso esencial (…) en la política de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”.