Italia se retiró formalmente del proyecto de infraestructura chino “la Franja y la Ruta” (BRI, por sus siglas en inglés, también conocido como “Nueva Ruta de la Seda”), cuatro años después de convertirse en el único país del G7 que lo suscribía, según informó el miércoles una fuente gubernamental.
Desde la llegada al poder de Meloni se supo que no se proseguiría siendo parte de este acuerdo, una de las piedras angulares del plan del gigante asiático para fortalecer su economía a través de una red de infraestructuras entre tres continentes que fomente el comercio.
La primera ministra italiana ya había comunicado a su homólogo chino, Li Keqiang, su decisión de abandonar el acuerdo durante la cumbre de los países del G20 en Nueva Delhi del pasado septiembre.
En el acta oficial entregada a la embajada china en Italia, Roma reafirmó su amistad con Beijing y su compromiso de apoyar las relaciones económicas estratégicas, pero anunció formalmente la cancelación del acuerdo. Italia firmó en 2019 un memorando de entendimiento de cinco años, al final de los cuales iba a ingresar definitivamente en el proyecto. La fecha límite de adhesión era marzo de 2024. Según el Corriere, Roma quería dejar caducar el acuerdo, pero China exigió un acto formal de salida.
