En un reciente discurso en video, el dictador venezolano Nicolás Maduro hizo una serie de declaraciones polémicas, acusando a Israel de cometer genocidio en Gaza y afirmando que Jesucristo era un «niño palestino».

Maduro comenzó su discurso citando una declaración del Secretario General de la ONU, advirtiendo de un «genocidio» contra el pueblo palestino en Gaza.

Acusó a Israel de bombardeos indiscriminados destinados a destruir edificios donde residen familias y civiles. Maduro describió la situación como una «nueva escalada» en una larga historia de «masacres brutales» contra el pueblo palestino.

El discurso de Maduro dio un giro aún más controvertido cuando afirmó que Jesucristo era un «niño palestino». Según Maduro, Jesús «nació en Belén y se crió en Nazaret, territorio de Palestina», y fue «crucificado, asesinado y torturado» como palestino.

Esta afirmación no sólo es históricamente inexacta, sino también profundamente problemática. Belén y Nazaret formaban parte de la antigua Judea y Galilea, respectivamente, y eran territorios judíos. Jesús nació en el seno de una familia judía y vivió como judío. El intento de Maduro de reformular a Jesús como palestino es una flagrante distorsión de los hechos históricos.