Desde que el gobierno de Rusia inició la intervención en Ucrania el pasado mes de febrero, se ha registrado una importante emigración de ciudadanos rusos, incluyendo muchos hombres que se rehúsan a participar en el conflicto. Mientras algunos de los migrantes huyen de la guerra, otros buscan oportunidades económicas en el extranjero.

La entrada de las tropas rusas a Ucrania provocó la huida de millones de ucranianos, pero también desató el temor en algunos ciudadanos rusos de que el gobierno cerrara las fronteras y declarara la ley marcial, lo que motivó a muchos a empaquetar sus pertenencias y abandonar sus hogares.

La intervención militar del Presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania ha provocado una importante emigración de ciudadanos rusos motivados tanto por motivos políticos como económicos. Desde el inicio de la invasión, se han registrado salidas de al menos 500.000 personas, y posiblemente cerca de un millón. Este éxodo masivo podría tener consecuencias significativas para la sociedad rusa a largo plazo.

Los emigrantes rusos han buscado refugio en países cercanos con fronteras abiertas a los ciudadanos rusos, como Armenia y Kazajstán, así como en países europeos como Finlandia y los Estados bálticos. Otros han buscado oportunidades en países más lejanos, como los Emiratos Árabes Unidos, Israel, Tailandia y Argentina. Algunos incluso han tomado medidas extremas para huir, como dos hombres del Lejano Oriente ruso que navegaron en una pequeña embarcación hasta Alaska.

A medida que se prolongue el conflicto y las condiciones económicas empeoren, se espera que la emigración continúe aumentando. Además, es probable que la salida de tantas personas tenga un impacto significativo en las comunidades de expatriados rusos en todo el mundo y en la propia sociedad rusa.

El impacto de la emigración en la industria tecnológica rusa ha sido significativo, según el Ministerio de Comunicaciones, el 10% de los trabajadores informáticos han emigrado en 2022, y no han regresado, lo que ha llevado al Parlamento a discutir paquetes de incentivos para atraer a los trabajadores de vuelta al país. Sin embargo, algunos políticos han propuesto castigar a los emigrantes rusos quitándoles sus propiedades en el país. El gobierno ruso ha restringido severamente la disidencia y ha impuesto duras sanciones a las críticas de la guerra, lo que ha llevado a muchos activistas y periodistas a exiliarse en ciudades como Berlín, y en las capitales de Lituania, Letonia y Georgia. Con la situación en Rusia todavía en desarrollo, es difícil predecir cómo evolucionará la emigración y su impacto a largo plazo.

Tamara Eidelman, una historiadora rusa que se trasladó a Portugal tras la invasión, señaló que el éxodo de cientos de miles de rusos es un gran golpe para el país, ya que aquellos que podrían haber provocado un cambio ahora han abandonado el país. Mientras que los refugiados ucranianos fueron acogidos en Occidente, muchos países han impuesto restricciones de entrada a los rusos, lo que ha generado pánico entre los estudiantes que ya estaban en el extranjero. En resumen, la emigración masiva de los rusos está teniendo un impacto significativo tanto en Rusia como en los países que reciben a los emigrantes.

Fuente: Infobae