Un nuevo decreto de ley que frenará la criminalidad juvenil, fue aprobada en Italia y entrará en vigor inmediatamente (aunque, para no decaer, deberá ser convertida en ley por el Parlamento en 60 días) y prevé una serie de medidas que han dado mucho de qué hablar. Entre ellas, que los menores puedan ser arrestados más fácilmente y que los padres que no cumplen con la obligatoriedad de escolarización de sus hijos se enfrenten a penas de hasta dos años de cárcel y la pérdida de la patria potestad.
«Un chico que mata debe pagar como un adulto«.
El decreto ha sido festejado por la Liga de Matteo Salvini, el socio político más importante de Georgia Meloni. Según la nueva legislación, Italia no baja la edad de imputabilidad, pero sí bajan de 9 a 6 años el umbral que permite aplicar la prisión preventiva en caso de condenas a menores entre los 14 y 18 años.