Después de más de un millón de extranjeros llegados al país desde el infausto momento en que Angela «Mutti» Merkel decidió invitar a todos los refugiados a instalarse en Alemania, el Gobierno germano ha necesitado ver las masivas manifestaciones en favor de Hamás en sus ciudades para darse cuenta de que el modelo cultural ha fracasado con consecuencias espantosas, informó la Gaceta.
El canciller alemán SOCIALDEMOCRATA Olaf Scholz, reconoce en la entrevista concedida al semanario que ya no se trata de diluir completamente la cohesión social del país o de multiplicar la inseguridad ciudadana: ahora es una cuestión de seguridad nacional, y añade que, la solución final sería «deportar a gran escala a los que no tienen derecho a estar aquí».