En el más reciente informe de Transparencia Internacional, Venezuela se ubica como uno de los países más corruptos del mundo, con una puntuación de 14 sobre 100, convirtiéndose en el país más corrupto de América. Este índice clasifica a 180 países y territorios de todo el planeta, tomando en cuenta los niveles de corrupción en el sector público.

La corrupción en Venezuela es alarmante, ya que el 81,5% de la población no tiene para cubrir la canasta básica y el 53,3% vive en la pobreza extrema. En las Américas, el ranking de los 22 países limpios lo encabezan Canadá y Uruguay con 74 puntos, mientras que Dinamarca, Finlandia, Nueva Zelanda, Noruega, Singapur, Suecia, Suiza y Países Bajos, con más de 80 puntos, están entre los más limpios del mundo.

La “gran corrupción” es la que realmente arropa a Venezuela, según Transparencia Venezuela, quien investiga 141 casos de corrupción que se relacionan con el gran desfalco que sufrió la principal empresa del país: Petróleos de Venezuela (PDVSA). Entre los países que investigan más tramas de corrupción sobre Venezuela están EEUU, Argentina, España, Colombia y Haití. La propia Transparencia Venezuela ha dicho que “la gran corrupción es una expresión usada para describir aquella que penetra los niveles más altos de gobierno, generando graves abusos de poder y distorsionando las funciones centrales de gobierno”.

El diario colombiano El Tiempo conversó con Transparencia Venezuela, para obtener más detalles sobre por qué la lucha contra la corrupción sigue siendo una tarea pendiente en Venezuela, que no solo se ve inmersa en la llamada “corrupción simple”, sino que es la “gran corrupción” la que realmente arropa a la nación. Según los expertos, los grupos criminales tienen un amplio control sobre las operaciones de extracción del oro en el sur del país, extorsionan y sobornan a comandantes militares para mantener sus actividades al margen de la ley, violan los derechos humanos, cometen desapariciones forzosas, asesinan líderes indígenas y provocan el desplazamiento de sus comunidades, además de causar contaminación y otros delitos ambientales graves.

En total, Venezuela ha perdido 64.000 millones de dólares en al menos 15 años por cuenta de las tramas de corrupción. Para ponerlo en perspectiva, el presupuesto de la nación para este 2023 es de 173.703 millones de bolívares que, al tipo de cambio oficial, representan 7.112 millones de dólares, mientras que las reservas internacionales suman unos 10.338 millones de dólares. La lucha contra la corrupción sigue siendo una tarea pendiente en Venezuela.