El consumo excesivo de sodio es un problema de salud pública en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta diaria de no más de 2 gramos de sodio, pero la mayoría de las personas consume mucho más que eso. A continuación, te presentamos algunas claves para preparar comidas caseras saludables y equilibradas en sodio, que te ayudarán a reducir tu consumo total de sal.

«Los alimentos procesados y envasados suelen contener niveles elevados de sodio, al igual que muchos productos dulces que pueden incluir sal oculta. Es importante estar consciente de esto al elegir alimentos y leer detenidamente las etiquetas nutricionales. Por ejemplo, algunos postres de bajo contenido calórico, galletas y golosinas pueden contener cantidades significativas de sal. Para mantener una dieta equilibrada y saludable, es esencial conocer los ingredientes de los alimentos que consumimos y reducir el consumo de productos procesados en general.»

Comienza a reducir tu consumo de sal hoy mismo: 5 consejos prácticos.

1. Opta por alimentos naturales: para reducir el consumo de sodio, es recomendable incluir más alimentos naturales y frescos en tu dieta. De esta forma, evitarás la ingesta de sodio presente en los productos procesados y envasados.
2. Sé paciente al adaptar tu paladar: al reducir la cantidad de sodio en tus comidas, puede llevar tiempo acostumbrarse al sabor. Los receptores del gusto tardan hasta cuatro semanas en adaptarse a los cambios, por lo que se recomienda tener paciencia y persistencia.
3. Prueba con limón: agregar limón a las comidas puede ayudar a realzar el sabor natural del sodio presente en los alimentos, por lo que se puede usar como sustituto de la sal.
4. Experimenta con especias naturales: para añadir sabor a tus platos, puedes utilizar diferentes especias naturales, como la albahaca, pimienta, tomillo, romero u orégano. Esto te permitirá reducir el uso de sal y agregar variedad de sabores a tus comidas.
5. Ten en cuenta que la sal del Himalaya y la sal marina no son sustitutos bajos en sodio: a pesar de su popularidad, la sal del Himalaya y la sal marina contienen la misma cantidad de sodio que la sal fina de mesa, compuestas en un 99% de cloruro de sodio. Por lo tanto, se recomienda seguir controlando la cantidad de sal que se agrega a las comidas.

El consumo excesivo de sal es un factor de riesgo conocido para enfermedades cardiovasculares, y las organizaciones de salud recomiendan una reducción en la ingesta de sodio como una estrategia para prevenir estas enfermedades. Muchos de los alimentos procesados que consumimos contienen una cantidad significativa de sodio, por lo que la industria alimentaria puede desempeñar un papel importante en la reducción del consumo de sal.

Se ha demostrado que incluso una pequeña disminución del 12% en la cantidad de sal agregada a los alimentos procesados puede tener un impacto significativo en la salud cardiovascular de la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la reducción de la ingesta de sal en un 30% podría prevenir aproximadamente 2.5 millones de muertes anuales en todo el mundo.

En respuesta a esta preocupación, muchos países han establecido objetivos para reducir el consumo de sal de la población, y algunos han implementado regulaciones para limitar la cantidad de sodio en los alimentos procesados. Sin embargo, la reducción de la cantidad de sal en los productos alimenticios no es tarea fácil, y requiere la colaboración de la industria alimentaria.

Reducir la cantidad de sal en los productos alimenticios es una estrategia importante para prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar la salud de la población. La industria alimentaria puede desempeñar un papel importante en la reducción del consumo de sal, colaborando con los gobiernos y las organizaciones de salud para establecer objetivos y regulaciones, y educando al consumidor sobre la ingesta de sodio.