El enfoque migratorio de Biden ha sido criticado por los estadounidenses, ya que el 64% de ellos está a favor de reducir la inmigración.

La satisfacción de los estadounidenses con la inmigración ha caído a su nivel más bajo en una década, y la proporción de quienes quieren que entren menos migrantes al país ha aumentado. De acuerdo con una encuesta realizada por Gallup, la satisfacción de los estadounidenses con la inmigración ha bajado seis puntos desde enero de 2022 al 28 % de los encuestados. El nivel de satisfacción ha sido el más bajo en una década, siendo en 2008 compartido por apenas el 24 % de los estadounidenses.

La encuesta indica que el 64 % de los estadounidenses está insatisfecho con la inmigración y desea que se reduzca la entrada de inmigrantes al país. Esta cifra ha aumentado desde el 19 % en 2021 al 40 % en la actualidad. El nivel de insatisfacción actual no es tan alto como lo fue en los primeros años después de los ataques terroristas del 11 de septiembre (de 2001) cuando ese nivel de descontento estuvo entre el 44 % y el 52 %, pero es el nivel más alto desde 2016.

La encuesta registró la diferencia de opiniones acerca de la inmigración guiada por la orientación política de los encuestados. Los resultados indican que el 71 % de los republicanos está insatisfecho con la inmigración, una opinión que comparte solo el 19 % de los demócratas y el 36 % de los votantes independientes.

La política de inmigración del presidente Joe Biden ha generado rechazo entre algunos estadounidenses. La Administración de Biden ha implementado políticas que otorgan la ciudadanía a los inmigrantes ilegales que llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como “Dreamers”, y se espera que se apruebe un proyecto de ley de inmigración que permitiría que más inmigrantes ilegales permanezcan en el país.

Esta política ha llevado a un aumento en el porcentaje de estadounidenses insatisfechos con la inmigración y un aumento en la proporción de aquellos que desean una reducción en la inmigración. Para muchos de estos estadounidenses, la inmigración ilegal representa una carga económica y social, y las políticas de la administración de Biden solo sirven para agravar el problema. En contraste, para otros, la inmigración es una parte integral de la identidad americana y se ve como un medio para fortalecer la economía y la diversidad cultural. En última instancia, la política migratoria del presidente Biden seguirá siendo un tema de debate y controversia en los Estados Unidos, y es probable que su impacto se sienta en las próximas elecciones presidenciales.

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