Durante la madrugada del 10 de marzo hubo disturbios con disparos de armas de fuego y ametralladoras, entre encapuchados y la fuerza pública en el área urbana de Tarazá y en el corregimiento de Jardín de Tamaná, en Cáceres.

Una fuente consultada por la revista Semana le reportó al medio que, al parecer, personas encapuchadas –aún no identificadas– intentaron prenderle fuego a la estación de Policía del corregimiento de Jardín de Tamaná, en Cáceres.

El hecho, desencadenó una serie de enfrentamientos entre los encapuchados y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), quienes intentaban contener los actos vandálicos. Al parecer, las personas no identificadas lanzaron piedras y objetos contundentes a los uniformados.

Según los reportes de Caracol Radio, al parecer, la delicada situación que se vivió en el Bajo Cauca antioqueño, podría ser una retaliación a la orden que dio el Gobierno nacional de despejar las vías bloqueadas producto del paro minero en la región.

Por su parte, el presidente Gustavo Petro reclamo el sábado los compromisos del grupo narcoparamilitar Clan del Golfo, ante la posible vinculación de sus miembros con los hechos violentos que se han presenciado durante el paro minero que tiene lugar en la subregión de Bajo Cauca, en Antioquia.

Petro ha reaccionado así tras citar un artículo periodístico en el que se señala que el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, afirmaba que las autoridades han identificado miembros del grupo narcoparamilitar que estaban infiltrados avivando el caos, informo Sipse.com.